Científicos reclaman una mayor protección contra los efectos nocivos para la salud de los teléfonos celulares, Wi-Fi
Los científicos que participan en el estudio de los
efectos biológicos y de la salud de los campos electromagnéticos (CEM) han planteado nuevas alarmas. Sobre la base de su
investigación publicada por pares, los científicos dijeron que tienen serias
preocupaciones con respecto a la creciente exposición a los campos electromagnéticos (CEM) generada por
dispositivos eléctricos e inalámbricos.
Estos incluyen, pero no se limitan a, dispositivos
emisores de radiación de radiofrecuencia (RFR), tales como teléfonos celulares
e inalámbricos y sus estaciones base, Wi-Fi, antenas de radiodifusión,
medidores inteligentes y monitores para bebés, así como dispositivos e
infraestructuras eléctricas Utilizado en la entrega de electricidad que genera
campo electromagnético de frecuencia extremadamente baja (ELF EMF).
Los científicos de todo el mundo
incluyen Profesor de Física de Radiación y Salud, Universidad Tecnológica de
Ladoke Akintola, Ogbomoso, Estado de Oyo; Y el Dr. Idowu Ayisat Obe,
Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias, Universidad de Lagos, Akoka,
Estado de Lagos.
Numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy inferiores a las directrices internacionales y nacionales. Los efectos incluyen aumento del riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de los radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos sobre el bienestar general de los seres humanos. El daño va mucho más allá de la raza humana, ya que hay evidencia creciente de efectos nocivos tanto para la vida vegetal y animal.
Los científicos encabezados por
la Directora de EMFscientist.org, info@EMFscientist.org, Elizabeth Kelley,
dijeron que estos hallazgos justifican su llamamiento a las Naciones Unidas ya
todos los Estados miembros del mundo para alentar a la Organización Mundial de
la Salud ( OMS) para ejercer un fuerte liderazgo en el fomento del desarrollo
de más directrices protectoras a los campos electromagnéticos (CEM), alentando medidas de precaución y educando
al público sobre los riesgos para la salud, particularmente el riesgo para los
niños y el desarrollo fetal. Dijeron que al no tomar medidas, la
OMS no cumple su papel como la agencia internacional de salud pública más destacada.
Los científicos dijeron que los diversos organismos
que establecen normas de seguridad no han impuesto directrices suficientes para
proteger al público en general, en particular a los niños que son más
vulnerables a los efectos de los Campos Electromagnéticos (CEM).
La Comisión Internacional de Protección contra las
Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP) estableció en 1998 las "Directrices
para limitar la exposición a campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos
(hasta 300 GHz)". La OMS y
numerosos países de todo el mundo aceptan estas directrices.
La OMS está pidiendo a todas las naciones que adopten las directrices de
la ICNIRP para alentar la armonización internacional de las normas. En 2009, la ICNIRP publicó una declaración en la
que afirmaba que reafirmaba sus directrices de 1998, ya que en su opinión, la
literatura científica publicada desde entonces "no ha aportado pruebas de
efectos adversos por debajo de las restricciones básicas y no requiere una
revisión inmediata de Su orientación sobre la limitación de la exposición a
campos electromagnéticos de alta frecuencia. ICNIRP continúa
hasta el día de hoy para hacer estas afirmaciones, a pesar de la creciente
evidencia científica de lo contrario. Es nuestra opinión que, debido a que las directrices de la
ICNIRP no cubren la exposición a largo plazo y los efectos de baja intensidad,
son insuficientes para proteger la salud pública.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó en el año 2002 la
clasificación del CIRC (Instituto Internacional de Investigación sobre el
Cáncer) de campo electromagnético de extremadamente baja frecuencia (ELF) y
la radiofrecuencias en 2011. Esta clasificación establece que los campos electromagnéticos (CEM) son
un posible carcinógeno humano (Grupo 2B).
A pesar de ambos hallazgos del IARC, la OMS continúa sosteniendo que no hay
evidencia suficiente para justificar la reducción de estos límites de exposición
cuantitativos.
Los científicos dicen que dado que existe controversia acerca de una razón para establecer normas para evitar efectos adversos para la salud, recomiendan que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) convoque y financie un comité multidisciplinario independiente para explorar los pros y los contras de las prácticas actuales que podrían Sustancialmente menores exposiciones humanas a campos electromagnéticos - ELF, radiofrecuencia. Las deliberaciones de este grupo deben llevarse a cabo de manera transparente e imparcial. Aunque es esencial que la industria participe y coopere en este proceso, no se debe permitir que la industria distorsione sus procesos o conclusiones. Este grupo debe proporcionar su análisis a la ONU ya la OMS para guiar la acción preventiva.
Los científicos solicitan
colectivamente que: se proteja a los niños ya las mujeres embarazadas; Directrices y normas reglamentarias; Se aliente a los fabricantes a que desarrollen tecnologías
más seguras; Las empresas encargadas de la generación,
transmisión, distribución y vigilancia de la electricidad mantienen una calidad
de energía adecuada y garantizan un cableado eléctrico adecuado para reducir al
mínimo la corriente de tierra perjudicial; El público
esté plenamente informado acerca de los posibles riesgos para la salud
derivados de la energía electromagnética y de las estrategias de reducción de
daños; Los
profesionales médicos deben ser educados sobre los efectos biológicos de la
energía electromagnética y recibir capacitación sobre el tratamiento de
pacientes con sensibilidad electromagnética; Los gobiernos financian la formación y la
investigación sobre los campos electromagnéticos y la salud, que es
independiente de la industria y obliga a la cooperación de la industria con los
investigadores; Los medios de
comunicación revelan las relaciones financieras de los expertos con la
industria cuando citan sus opiniones sobre aspectos de salud y seguridad de las
tecnologías que emiten EMF; Y zonas blancas
(áreas libres de radiación).
Los firmantes de estas demandas incluyen a
científicos de: Armenia, Australia, Austria, Bahrein, Bélgica, Brasil, Canadá,
China, Croacia, Egipto, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia,
Georgia, Grecia, Islandia, India, (Estados Unidos de América), Israel, Italia,
Japón, Jordania, Kazajstán, Nueva Zelandia, Nigeria, Omán, Polonia, Rumania,
Serbia, República Checa, República de Corea, República Checa, Suecia, Suiza, ,
Turquía, Ucrania, Reino Unido (Reino Unido) y Estados Unidos de América (EE.UU.).
Fuente:
Pdf La OMS clasifica a la Telefonía celular como Grupo 2B
VIDEO DE CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA EN EL PERÚ.
FACULTAD DE MEDICINA EN UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS.
https://www.youtube.com/watch?v=3plTPoTWIbQ&t=17s
ENTREVISTA EN EL PROGRAMA
DIALOGO & DEBATE. DEBE COLOCARSE ANTENAS DE TELEFONÍA CELULAR EN ZONAS
URBANAS
https://www.youtube.com/watch?v=URhjTQPF9bI&t=44s
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