¿Es Adicto a Su Teléfono?
Por el Dr. Mercola
Lo ha visto muchas veces: una familia sentándose en un restaurante,
luego uno por uno empieza a sacar su celular para verlo mientras llega la
comida, después, siguen revisándolo repetidamente mientras comen.
Quizás haya notado a personas que mientras están caminando en calles
saturadas, andando en bicicletas, conduciendo coches o esperando el tren,
revisan sus teléfonos, y prestan poca atención a lo que sucede a sus
alrededores.
Los niños también ya tienen dispositivos digitales, a los que sus ojos
permanecen pegados como si estuvieran hipnotizados en lugar de socializar con
el mundo que les rodea y relacionarse con personas y situaciones reales que les
ayuden a crecer social y emocionalmente.
La mayoría de las personas en el mundo
real se han conectado a la tecnología e ignoran completamente que en el proceso
están en riesgo de--a menos que tengan precaución—desconectarse en cierta
medida de lo que es real y verdaderamente importante.
De acuerdo con Nancy Colier, autora de "The Power of Off", en
The New York Times (NYT), "La única diferencia entre la adicción digital y
otras adicciones es que este es un comportamiento socialmente tolerado".
El NYT opina:
"El acceso casi universal a la
tecnología digital, desde muy temprana edad, está transformando la sociedad
moderna en formas que pueden tener efectos negativos en la salud física y
mental, desarrollo neurológico y relaciones personales, sin mencionar la
seguridad en nuestros caminos y banquetas".
Estadísticas Sobre el Uso de Celulares
No hay nada como un buen set de
estadísticas para tomar una noción imprecisa y adjuntar la realidad de los
números de la misma. En cuanto al uso del celular (o abuso), estos son algunos hechos que podrían sorprenderle:
•La mayoría de las personas revisan sus teléfonos inteligentes 150 veces
al día, o cada seis minutos. Casi el 80 % de los adolescentes revisan sus
teléfonos cada hora; 72 % siente la urgencia de responder inmediatamente.
•Los usuarios de celulares entre los 18 y 24 años intercambian un
promedio de 109.5 mensajes de texto por día, o 3,200 por mes.
•Cuarenta y seis por ciento de los usuarios de teléfonos inteligentes
dicen que "no podrían vivir sin él". Algunos incluso dicen que
prefieren dejar las relaciones sexuales.
•En 2008 más de 1,000 peatones visitaron las salas de emergencia después
de sufrir lesiones mientras caminaban y utilizaban el celular para hablar o
escribir, y desde 2006, ese número se duplicado con respecto a los dos años
anteriores, según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio.
En 2010, los peatones que sufrieron
lesiones mientras utilizaban sus celulares representaron unas 1,500 visitas a
la sala de emergencias.
•Del 83 % de adultos en los Estados Unidos que tienen celulares, cerca
del 73 % de ellos, envía mensajes de texto; Alrededor del 31 % de esa cifra
prefiere mensajes de texto a hablar por teléfono.
Un autor publicó un recordatorio de que cada vez que las personas se
agachan para ver sus celulares, le ponen mucha atención a algo que realmente no
tiene importancia. Es tan absurdo como si alguien estuviera armando un
rompecabezas mientras su hija estuviera dando un discurso de graduación. El NYT
observó:
"En nuestro mundo digital, el uso
moderado debe ser el sello distintivo para una relación sana con la tecnología.
Muchos de nosotros nos hemos convertido
en esclavos de nuestros dispositivos que supuestamente tenían el objetivo de
liberarnos, darnos más tiempo para disfrutar la vida y a las personas que
amamos.
En cambio, estamos constantemente
bombardeados por sonidos, timbres y canciones de los celulares que nos alertan
de mensajes a los cuales nos sentimos obligados a ver y responder
inmediatamente."
Ahora que Dependemos de Ella, ¿Quién Estada
Dispuesto a Vivir sin Tecnología?
Durante los últimos 40 años, los empleos de miles de anunciantes,
periodistas, secretarios, agentes de bienes raíces, estudiantes y posiblemente
casi todas las demás profesiones han cambiado drásticamente con el reemplazo de
las máquinas de escribir por procesadores de texto.
Los teléfonos inteligentes en el mundo actual tienen un potencial mucho
más amplio que simplemente hacer y recibir llamadas fuera de casa.
Puesto a que están conectados a Internet, pueden decirle cómo curar un
resfriado, cómo plantar un árbol, el significado de la palabra
"zydeco" y como llegar a un destino. También pueden darle alertas
meteorológicas y de emergencias médicas.
Ya sea que trabaje en un escritorio, en una plataforma de perforación de
pozos de petróleo, en la plataforma de un barco pesquero o en un escenario de
Nueva York, la tecnología celular probablemente le ha hecho la vida más fácil e
infinitamente más entretenida.
Estamos tratando de desvincularnos de ellos, sin embargo, ha demostrado
ser un desafío, a menudo con inconvenientes imprevistos.
En la revista Business Insider,11 el Dr. Dan Siegel, profesor clínico
de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en
Los Ángeles (UCLA), reveló que utilizar el teléfono inteligente antes de acostarse tiene efectos perjudiciales tanto en su
cerebro como en su cuerpo, ya que prácticamente libera toxinas en sus células.
Debido a la exposición a la luz de las
pantallas (teléfono inteligente u otro tipo), la melatonina no se libera como
debería con el fin de ayudarle a dormir, por lo que podría pensar, "Oh,
bueno, estoy despierto de todos modos", y otra vez recurre a su celular,
lo que estaría empeorando su privación del sueño. Colier, quien también es un trabajador social
clínico con licencia, dijo:
"Si no contamos con espacios
abiertos y tiempo de inactividad, el sistema nervioso nunca se apaga. Está
constantemente en un modo de lucha o huida. Estamos conectados y cansados
todo el tiempo.
Incluso las computadoras se reinician,
pero nosotros no hacemos eso. Sus conexiones con otros seres
humanos--conexiones de la vida real, no digitales--que nos nutren y nos hacen
sentir que somos importantes.
Nuestra presencia, toda nuestra
atención es lo más importante que podemos darnos unos a otros. Las
comunicaciones digitales no generan relaciones fuertes, que nos hagan sentir
amados y respetados"
Los Niños y la Tecnología
Los Niños y la Tecnología: Usted es Quien Debe
Monitorearlos
Según la Fundación Kaiser, dos de
cada tres padres no tenían reglas sobre cuánto tiempo pasaban sus hijos en los
dispositivos y un niño promedio de 8 a 10 años de edad pasa casi ocho horas al
día (adolescentes hasta 11 horas) usando varios sitios de redes sociales o
internet.
Mientras que muchas personas se quejan de la falta de ejercicio tanto en
ellos como en sus hijos, y se quejan de que no hay "tiempo" para ir a
la biblioteca (real), salir a jugar con la pelota o disfrutar de una puesta de
sol, prefieren estar jugando con sus dispositivos.
Como si estuvieran predeterminados, algunos padres también prefieren que
sus hijos hagan eso, porque permanecer en el teléfono es demasiado fácil.
PBS filmó un documental, "Web Junkie", que habla del efecto
negativo de la "adicción a los dispositivos" que está afectando a los
jóvenes en China. Debido a que están tan obsesionados con los videojuegos se la
pasan jugando docenas de horas sin descansar, a veces sin comer, dormir o
incluso ir al baño. Entretenidos en el mundo cibernético, piensan que el mundo
real es una farsa.
Los médicos chinos que los tratan como
un trastorno clínico por lo general recomiendan centros de rehabilitación donde
los jóvenes anonadados en el mundo cibernético en ocasiones se llevan a centros
donde se les impide abstenerse completamente de todos medios cibernéticos,
informó el NYT.
Aunque tal vez no se les dé un diagnóstico clínico, los adolescentes y
adultos jóvenes en los Estados Unidos están mucho más involucrados en juegos en
sus teléfonos de lo que los expertos creen que es un saludable. La Academia
Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) destacó:
"Los niños cuyo uso de medios
cibernéticos es muy elevado, corren el riesgo de desarrollar un problema con el
Internet y quienes pasan las hora jugando videojuegos corren el riesgo de
padecer un trastorno por juego en internet".
Los padres ocupados solían entretener a sus bebés y niños pequeños con
el programa Sesame Street mientras se preparaban para trabajar. Hoy en día,
muchos padres (o casi todos) les proporcionan a sus hijos el celular o una
tableta para que se entretengan.
Es posible que no se den cuenta de lo perjudicial que podría ser para
sus hijos a largo plazo, en términos de tener la capacidad de tranquilizarse.
Además, cada hora que pasan jugando en los celulares es una hora
dedicada que a estar sentados dentro de la casa. El experto en desintoxicación
Holland Haiis, autor de "Consciously Connecting: A Simple Process to
Reconnect in a Disconnected World", citado por CNN, advirtió:
"Si sus adolescentes prefieren
jugar dentro de casa y estar solos, en lugar de salir al cine, juntarse con
amigos para salir a comer o cualquiera otra cosa en cómo los adolescentes crean
amistades, es posible que tenga un problema".
Recomendaciones de Expertos para los Padres Sobre
el Uso de Celulares (y Sus Niños)
La AAP durante mucho tiempo ha dicho
que los niños no deben estar expuestos a ningún medio electrónico antes de los
2 años. ¿Por qué? Porque "durante estos primeros años el cerebro de un
niño se desarrolla rápidamente y los niños pequeños aprenden mejor al
interactuar con la gente, no con las pantallas".
Recientemente hicieron una
modificación, al decir que está bien que a partir de los 18 meses pasen un poco
de tiempo viendo programas didácticos ya que podría servirles de manera
educativa, siempre y cuando los padres los vigilen con el fin de ayudarles a
entender el contenido.
Time posteriormente se dio cuenta que la recomendación de la AAP de que
los niños mayores y adolescentes se limiten a pasar de una o dos horas al día
en el internet--y no más--preferiblemente con contenido de alta calidad.
Más importante aún, recomendaron que los niños pasaran más tiempo
jugando al aire libre, leyendo, haciendo sus hobbies y usando su imaginación.
La pregunta de los mil dólares es: ¿Qué
es considerado contenido de "alta calidad"? Tal vez una buena
respuesta es enfocarse en lo que no es apropiado. Kristina E. Hatch, al
preparar su tesis de honores en la Universidad de Rhode Island, dijo que les
preguntó a los estudiantes de cuarto grado sobre sus
videojuegos favoritos
Un chico dijo que el de su preferencia
tenía "zombies y los puedes matar con armas e incluye violencia... Me
gusta la sangre y la violencia". No es necesario que un científico de
cohetes distinga que alimentar constantemente este tipo de
"entretenimiento "podía ser perjudicial para un niño de cualquier
edad.
El uso intensivo de los medios electrónicos puede tener un efecto
significativo y negativo no sólo en el comportamiento de los niños, sino
también en el rendimiento escolar. El Dr. Dimitri A. Christakis de Seattle
Children's Research Institute afirma:
"Los niños que ven mucha violencia
simulada, que es algo común en muchos videojuegos populares, están curados de
espantos, son más propensos a actuar violentamente y menos propensos a
comportarse empáticamente".
En primer lugar, los padres son los que suelen comprar las diferentes
opciones de medios para sus hijos (o deberían serlo), pero, por cualquier
razón, los mismos padres pueden negarse a ofrecer directrices o restricciones
de cualquier tipo, incluso al punto de permitirles jugar en el coche y durante
las comidas en lugar de involucrarse en una conversación que genere una amistad
o conexión.
¿Es Posible Limitar por lo Menos el Uso del
Celular?
Una mujer que decidió abandonar por completo el uso de su celular le
dijo para The Guardian que, antes de ese punto había vivido en un mundo en el
que "la comunicación constante simplemente no es accesorio conveniente,
sino una segunda piel". Entonces:
"Tengo un teléfono fijo y ahora
duermo más. Miro a la gente a los ojos. Consumo mis alimentos en lugar de
fotografiarlos y no tengo que usar mi teléfono celular mientras estoy parada en
el tráfico".
Haiis, el experto en desintoxicación digital, dice que una manera de
resistirse a pasar más tiempo de lo que es útil es tratar de limitar las
publicaciones en las redes sociales a tres veces a la semana. Esto no sólo le
obligara a estar más consciente a lo que está publicando; pasara menos tiempo
viendo lo que otros publican.
Establecer límites en usted es la clave, dice Haiss. Por ejemplo, cuando
su impulso lo hace recurrir a su teléfono, salga a caminar, pasear o haga
ejercicio, haga algo positivo para distraerse.
"Tenemos acceso constante a nueva
información y esto es fascinante, intrigante y emocionante, pero si no
establece límites tarde o temprano sufrirá las consecuencias... La dopamina en
nuestro cerebro se estimula por la imprevisibilidad que proporcionan los medios
sociales, correos y mensajes de texto.
Es un círculo vicioso y con el fin de
romper ese ciclo, es necesario encontrar la misma imprevisibilidad y
estimulación que ofrece el ejercicio. Cuando sale a correr, a dar la vuelta en
bicicleta o caminar no sabe lo que hay más allá".
Es importante saber en qué momento debe
dejar su teléfono inteligente y conectarse con la vida, socializar con personas en su vida, algunas
conocidas y otras extrañas, pero que nunca hubiera conocido si no hubiera
salido. Colier presenta un plan de tres pasos para ayudarle a librarse de la
dependencia a los celulares:
1.
Averigüe cuánto tiempo en realidad necesita usar su celular en cosas
como el trabajo, internet o saludar a sus amigos y familiares, y cuánto lo usa
para entretenimiento y distracción.
2.
En lugar de dejar su celular de un día para otro, determine en qué
momento puede limitar su uso y no ceda, como a la hora de la comida y mientras
pasa tiempo con la familia y amigos.
3.
Determine lo que realmente es importante para usted, lo que lo
"llena" y dedique más tiempo y energía en esas cosas. En pocas
palabras, lleve una vida con mayores propósitos y más consciente, que no tenga que
recurrir a su celular.
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